Queridos hermanos:
En nombre de todos los que formamos parte de esta cofradía, como hermano mayor me gustaría desearos que disfrutéis de una Feliz Navidad en compañía de vuestros familiares y amigos. El Adviento es siempre un tiempo precioso, precisamente, para preparar nuestro corazón para que Dios penetre en lo más profundo de nuestro alma. Un recorrido de espera y de esperanza. Él está a punto de volver a hacerse uno de nosotros, naciendo pobre, humilde y necesitado, para convertirse en la Luz del Mundo, en el Cautivo que se va a dejar morir en la cruz la próxima Semana Santa para redimir nuestros pecados.
Nuestra hermandad así lo cree y defiende esta tradición transmitida de padres a hijos, como la propia celebración pasionista en la que participamos cada primavera, revestidos con nuestro hábito nazareno.
Por ello, además de enviaros nuestra felicitación navideña -recibiréis el boletín ‘Trinitas’, donde en los últimos años la incluíamos, el próximo mes de enero con las fechas de los repartos, los cultos de Cuaresma y la convocatoria del cabildo general- me gustaría aprovechar para invitaros a que compartáis con la junta de gobierno las actividades que vamos a celebrar en las fechas inminentes, con las que celebramos el nacimiento del Niños Jesús, que nace del vientre inmaculado de la Virgen de la Trinidad. Porque la Navidad supone también una magnífica oportunidad de reencontrarnos.
El pasado 30 de noviembre inauguramos y bendijimos el belén instalado este año en el Mercado de Bailén. Visítalo de lunes a sábado, de 9.00 a 14.00 horas, y trae un kilo de alimentos para la Bolsa de Caridad.
Como anima S. S. Francisco en su Admirabile Signun -publicada el pasado 1 de diciembre-, en la que reivindica el pesebre como proceso de propagación de la fe, nuestra hermandad también se ha encargado este año del montaje del nacimiento en la iglesia de San Pablo, nuestra sede canónica, que organiza el 14 de diciembre un importante evento denominado ‘Navidad en la Trinidad’ en el que la cofradía participa de forma activa, como siempre que se nos solicita desde nuestra parroquia. En este acto se interpretarán distintas escenas alusivas a la Natividad, habrá un mercadillo benéfico en la plaza de San Pablo y la Banda de la Trinidad protagonizará un concierto de villancicos. Nuestra querida formación, igualmente, celebrará el domingo 22 de diciembre, a las 12.00 horas, su tradicional concierto de Navidad en la Sala Falla, del Conservatorio Superior de Música, a beneficio de AVOI. Puedes retirar tus entradas o participar en la fila ‘cero’ en la casa hermandad o en la sede de la banda.
El 27 de diciembre tendrá lugar nuestra Gala Infantil, en la casa hermandad, a las 18.00 horas, con la visita del cartero real, el emisario predilecto de los Reyes Magos, para que los niños de la cofradía, y esperamos que sean muchos y seguro que se han portado muy bien, puedan hacer entrega de las cartas con sus peticiones. Y al mediodía del 5 de enero, Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar visitarán San Pablo para entregar los regalos a los niños que han sido apadrinados por los miembros de la junta de gobierno y que son atendidos por la Asociación Altamar.
Como podéis comprobar, son muchos los actos programados, demostrando que la cofradía se mantiene muy viva y deseando recibiros. La mayoría, además, tienen un carácter solidario.
En una sociedad empeñada en desacralizar las fiestas, la mayoría de las veces hedonista, individualista, mediocre y superficial, en la que priman los derechos sobre los deberes y los privilegios sobre la vocación de servicio, al menos nosotros, los cofrades, deberíamos con nuestro ejemplo demostrar que existe otro modo de ver y de vivir el mundo de hoy, dejándonos inspirar por la alegría del Evangelio, sin que nos muevan los terrenales intereses, sin dejarnos engañar por las propuestas efímeras de felicidad, como indica el Papa en su reciente carta apostólica, o las soluciones mágicas a problemas inferidos. Busquemos la excelencia basando nuestra actividad en la bondad, el rigor, la unidad, la justicia, la lealtad, la comunión, la misericordia, el perdón y, sobre todo, el amor.
Ya lo decía San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. “Y tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda y tenga vida eterna” [Jn. 3, 16]. Es lo que celebraremos en pocos días, en la Nochebuena. Seamos felices porque la Virgen de la Trinidad nos trae a nuestro Señor. Que nuestro gozo sea puro y legítimo. Percibamos la presencia de Dios en nuestras vidas. ¡Feliz Navidad!
Ignacio A. Castillo Ruiz
Hermano mayor.