Las sagradas imágenes titulares de la hermandad recibirán culto en esta parroquia cercana al barrio mientras duren las obras de restauración en la iglesia de San Pablo, que mantienen cerrado el templo
Las veneradas imágenes de Nuestro Padre Jesús Cautivo y de María Santísima de la Trinidad Coronada recibirán culto de manera provisional en la parroquia de Santa María de la Amargura mientras duren las obras de restauración que han comenzado este pasado lunes en la sede canónica de la cofradía, la iglesia de San Pablo. La junta de gobierno de la hermandad, reunida de forma extraordinaria por videoconferencia en la noche de este miércoles, ha decidido el traslado de los sagrados titulares a este templo lo antes posible y cuando las circunstancias lo permitan
La situación de emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus ha alterado sensiblemente los plazos previstos en estas obras, así como el cronograma de los trabajos. Y también la planificación de la comisión permanente de la hermandad, que ya había avanzado gestiones, una vez informada de la situación que iba a afectar a la parroquia, siguiendo además, en todo momento, las indicaciones del asesor técnico y artístico de la hermandad, Juan Manuel Miñarro López.
De la mano del director espiritual de la hermandad, José Manuel Llamas Fortes, y del arciprestazgo de Nuestra Señora de los Ángeles, al que pertenece San Pablo, se ofrecieron a las tres cofradías que comparten sede canónica la posibilidad de elegir entre tres sedes de acogida provisional. Esta corporación, tras realizar las primeras consultas, iniciar los oportunos trámites y procedimientos y mantener distintas reuniones, había llegado al acuerdo preliminar, a falta de la ratificación de la junta de gobierno, de trasladar a sus sagrados titulares a la parroquia de la Amargura, en la cercana calle Honduras.
El último encuentro tuvo lugar el 12 de marzo, es decir, solo dos días antes del decreto de estado de alarma, con el párroco, Salvador Gil Canto, el vicario parroquial, Francisco J. Ruiz Guillot, y el secretario del consejo parroquial, Adolfo Gálvez Guirado, que ofrecieron toda clase de facilidades para la estancia de Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad.
La permanente ya entendía que la Amargura es por situación, horarios y accesibilidad la mejor opción para que los innumerables devotos de Jesús Cautivo y su Madre de la Trinidad pudieran rendir cumplida visita a las imágenes; y además por su intensa vida parroquial, sus medidas de seguridad y el lugar donde se permitía y posibilitaba su ubicación temporal, el mejor lugar donde pueden estar expuestas al culto.
La crisis del Covid-19 impidió la celebración de la junta de gobierno que se iba a celebrar el 25 de marzo y donde iba a someterse a la consideración de sus miembros esta propuesta. Durante estas últimas semanas se han continuado los contactos con el párroco de la Amargura con el objetivo de mantener las opciones de la cofradía de poder trasladar a sus imágenes a este templo cuando fuera posible, cuando se reanudaran los trabajos en San Pablo, como así ha sido, antes de lo inicialmente programado para hacer coincidir la clausura del templo con el confinamiento de la mayor parte de la población y la imposibilidad de celebrar Misa con fieles.
Ante este inesperado adelanto de las obras de San Pablo, Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad han tenido que ser ubicados de forma provisional en un oratorio habilitado en los salones parroquiales en tanto que la junta de gobierno tuviera conocimiento de todos estos pormenores y autorizara este cambio temporal de sede.
Siguiendo el acuerdo adoptado, las imágenes de Jesús Cautivo y de la Virgen de la Trinidad serán trasladadas de manera íntima, atendiendo a las limitaciones que impone la actual situación de excepcionalidad, a la iglesia de Santa María de la Amargura para poder ser repuestas al culto lo antes posible y para que puedan ser veneradas por los fieles cuando sea posible, siguiendo el plan de desescalada hecho público por las autoridades y de acuerdo también con el Obispado de Málaga.
Esta cofradía quiere expresar y hacer público su profundo agradecimiento a la Archicofradía de la Esperanza por su generoso ofrecimiento, comunicado este pasado viernes, de poder albergar en la basílica a Nuestros Sagrados Titulares durante este tiempo, y que pone en evidencia la relación de amistad y hermandad entre ambos institutos nazarenos.