Para conocer los antecedentes históricos de la construcción de la casa hermandad debemos situarnos en una época de la Málaga cofrade donde los medios económicos brillaban por su ausencia. Era el año 1934 cuando, en el seno del barrio trinitario y más en concreto en la iglesia de San Pablo, se instituye una hermandad de culto hacia la Virgen de la Trinidad. Durante años, sus cofrades no tuvieron lugar propio donde reunirse ni custodiar sus enseres de culto; éstos eran repartidos, una vez concluida la procesión, entre los cofrades que contaban con almacenes o mayor espacio en sus viviendas, quedando otros en la propia iglesia.
Una vez aprobada por la junta de gobierno la construcción de una casa hermandad en el seno del barrio trinitario y contagiada la ilusión colectiva al resto de hermanos, correspondía seguidamente buscar un solar adecuado. Según testimonio de José Luis Palomo Gallardo, entonces albacea de culto, fue localizado un solar que pertenecía al Ministerio de Defensa, en el cual estaba ubicado el aljibe del barrio trinitario. Después de ser subastado y adjudicado, Antonio López Buendía, hermano de la Cofradía, tuvo noticias de la nueva adjudicación y que el nuevo propietario estaba dispuesto a venderlo. El solar ocupaba una superficie de 245 metros cuadrados y se encontraba en el ángulo noroeste del barrio en la confluencia de las calles Trinidad y Barrera de la Trinidad. Se llevó la propuesta a la junta de gobierno y tras la aprobación se compró a nombre de la cofradía.
El proyecto se le encargó a Salvador Moreno Peralta, uno de los arquitectos redactores del Plan de Remodelación del barrio de la Trinidad. A finales de 1979 se presentó el proyecto en el Colegio oficial de Arquitectos, basándose en el diseño interno de la Casa Museo de la cofradía de la Expiración y con un diseño exterior con tendencia italiana, fruto de la nueva imagen arquitectónica que se quería proyectar para el barrio, obteniéndose el correspondiente visado colegial el día 18 de enero de 1980.
Desde que el proyecto fue retirado del Colegio Oficial de Arquitectos hasta que el Ayuntamiento facilitó la licencia de obras, transcurrió algo más de un año. El día 13 de abril de 1981, siendo Lunes Santo y tras el acto de traslado de los sagrados titulares, se procedió a la colación de la primera piedra de la casa hermandad. En febrero de 1983 se finalizan las obras y se guardan los tronos y enseres de la cofradía en la nueva casa hermandad. El 6 de junio del mismo año se celebró en la nueva sede la primera junta de gobierno con carácter ordinario. El 3 de julio de 1994, tras el cabildo general, la junta de gobierno de la cofradía se plantea una serie de objetivos a llevar a cabo durante los cuatro años de la legislatura. Con el transcurso de los años y dado el auge que la hermandad iba adquiriendo se hacía necesario contar con un mayor espacio para realizar sus actividades, especialmente las relacionadas con la albacería. La solución planteada consistía en elevar una nueva planta sobre la cubierta existente.
El edificio, tras el proyecto inicial y las reformas realizadas posteriormente se compone de la planta baja y tres niveles sobre rasante, así como una planta bajo rasante. Ésta ocupa el 50% del edificio y tiene su acceso mediante una escalera que se accede desde el salón de tronos y su uso es el de almacenaje. La planta baja cuenta con dos accesos al edificio: el correspondiente a la salida procesional de los tronos por calle Barrera de la Trinidad y el acceso a la casa hermandad desde la calle Trinidad. Se distribuyen en dicha planta los espacios desde el núcleo de circulación vertical formado por escalera de mármol con mamperlán de madera y barandilla torneada del mismo material, a la que se accede desde el control de acceso, espacio también utilizado para la venta de recuerdos cofrades. Desde el citado control se accede al salón de tronos. Cuenta éste con unas vidrieras que dan a la plaza de Jesús Cautivo por la que recibe toda la iluminación. Los paramentos se encuentran adornados por pinturas murales realizadas por Manuel Hijano Sánchez, excepto la asignada a José Palma Santander, en la que se refleja algunos pasajes de la vida de Jesús.
El primer nivel cuenta con una galería perimetral con barandilla torneada de madera que circunda lateralmente el salón de tronos. En el segundo nivel se ubica la sala de juntas, la secretaría general, archivo almacén y aseos. En la sala de juntas se exponen en vitrinas conformadas parte del patrimonio y, sobre las paredes, las pinturas con los estandartes del Via Crucis y Corona Dolorosa. En el tercer nivel se ubica la tesorería, el archivo histórico, la albacería y el acceso al torreón de las campanas. Cara al exterior conforma una arquitectura regionalista popular con enfoscados a la tirolesa, a excepción del torreón donde se halla un mural cerámico que recuerda la terminación de la casa hermandad y bendición de las campanas y en la fachada que da a la calle Barrera de la Trinidad, se halla otro mural cerámico obra de los talleres Santa Ana de Sevilla que conmemora la coronación canónica de la Virgen de la Trinidad. El color de la casa hermandad lleva la carga simbólica del blanco como recuerdo al color de la túnica de Jesús Cautivo, a la pureza de la Virgen y a la arquitectura popular andaluza.