La adaptación del trono de Jesús Cautivo a sus actuales ocho varales ha sido un objetivo largamente anhelado por muchos de sus cofrades que entendían que se podía mejorar lo que ya de por sí, era bueno, ennobleciendo la obra de Seco Velasco. Para ello han contado con la intervención de los mejores artistas del momento. La presentación de la obra, que no podrá salir en procesión este Lunes Santo de 2021, se ha demorado un año por la crisis sanitaria
El cabildo de hermanos de la cofradía de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada aprobó el 4 de febrero de 2019 el proyecto de ejecución y el presupuesto para adaptar el trono del Señor a sus actuales ocho varales, según la propuesta de Salvador De los Reyes, para sustituir la bandeja y crestería provisionales incorporadas en los primeros años de los 80 por un juego de baquetones que recorrería el cajillo perimetralmente y respetaría el discurso ornamental y la impronta de Seco Velasco sobre el trono de Jesús Cautivo.
El diseño ya fue aprobado por el cabildo general de la hermandad celebrado el 27 de junio de 2017. Una nueva asamblea de hermanos ratificó el proyecto y dio el visto bueno a los talleres encargados de su realización: orfebrería a cargo de los Hermanos Delgado López (Sevilla), y la carpintería, por Enrique Gonzálvez.
El 27 de abril de 2019, el trono viajaba a Los Palacios y Villafranca, donde se firmaba el contrato de ejecución de los trabajos, con el objetivo de poder estrenarlos el Lunes Santo de 2020.
La pandemia de coronavirus y su entonces incierta evolución y transmisión, obligaron a la cofradía a tomar la decisión de suspender esta presentación de la obra, un acto que se iba a celebrar en la sede de Turismo Andaluz, la antigua Posada de San Rafael, precisamente, el 14 de marzo del pasado año 2020, el mismo día en que entraba en vigor el primer decreto de estado de alarma nacional que mantuvo a la población confinada en sus hogares hasta prácticamente el mes de junio.
El trono regresó, no obstante, a Málaga, el 13 de marzo de 2020. Durante todos estos meses ha estado oculto y reservado hasta su presentación oficial. En el mes de noviembre, el taller de carpintería del malagueño Alberto Berdugo, autor también del nuevo monte, acometió la corrección del tablero inferior para poder proceder al montaje del trono en la nueva mesa ejecutada por Antonio Cabra, a la espera de poder llevar a cabo su muestra y exposición. Una demora que no ha hecho más que incrementar la ilusión de los cofrades del Cautivo y la Trinidad por ofrecer a la ciudad de Málaga un trono enriquecido y dignificado y por haber cumplido el objetivo de mejorar lo que ya de por sí era bueno.
El trono procesional de Jesús Cautivo. Manuel Seco Velasco (1953)
Jesús Cautivo sale en procesión cada Lunes Santo sobre un sublime y regio trono realizado en plena madurez por el prestigioso orfebre sevillano Manuel Seco Velasco. El 30 de octubre de 1952 la cofradía formalizaba contrato con el taller para la hechura de esta obra, así como varias piezas del ajuar procesional.
El historiador del Arte, Eduardo Nieto Cruz, analiza el trono en el doble volumen monográfico ‘Cautivo-Trinidad’, editado por la cofradía en 2005 y coordinado por el doctor en Historia Contemporánea José Jiménez Guerrero. Desde su punto de vista, se trata de una obra de “fina labor ornamental en sus múltiples y afiligranados motivos platerescos que adquieren un gran realce por el fondo oscuro del maderaje de la caoba”.
Estas aplicaciones de orfebrería aparecen integradas por motivos menudos de carácter vegetal y floral, de poco volumen pero que se extienden profusamente hasta cubrir en su mayor parte la madera. La plata del trono del Señor Cautivo dibuja un rectángulo achaflanado en sus esquinas; este cuerpo superior se inscribe en otro rectangular inferior que es mayor en sus proporciones y se encuentra delimitado por una crestería.
El autor resuelve el discurso ornamental centrípetamente en un friso de perfil convexo; los paneles labrados se acomodan a una suave ondulación que se continúa por todo el perímetro, rota por los cuerpos estructurales de las cartelas y que se proyectan sobre un cuerpo convexiforme (…) Dos molduras superiores dan paso a la horadada crestería resuelta a base de ces convergentes distribuidas a la manera de tupido encaje.
Seco Velasco conjuga la herencia de los plateros del quinientos en un lenguaje próximo al plateresco más variado a la hora de emplear unas tarjas rematadas por cabezas de puttis alados o querubines, adaptadas a las superficies convexas de los chaflanes y de los cuerpos saliente de los paños laterales. En su interior, se resuelve un prolijo programa iconográfico a base de medio relieves policromados que representan diferentes escenas de la ‘Pasio Christi’. El carácter narrativo de todas las escenas se hace notorio al emplear gran cantidad de personajes en todas las composiciones, entrelazando en ocasiones dos episodios diferentes.
La intervención sobre el trono de Jesús Cautivo
El autor del proyecto de la reforma, el diseñador cofrade Salvador De los Reyes, destaca que se trata de un trono muy elegante que combina de manera acertada y original, la madera de caoba y la plata. En todo caso, una obra insustituible y que se identifica plenamente con la puesta en escena del Señor en la calle.
Fue concebido para una mesa de cinco varales, que después pasaron a ser seis. En todo caso, se mantenía el conjunto de manera muy proporcionada que ensalzaba sobremanera la imagen del Señor. Pero, con el paso de los años la devoción creció aún más, así como la demanda de hombres de trono que deseaban portarlo sobre sus hombros, por lo que en los primeros años de la década de los 80 del siglo pasado sufrió una intervención para ampliar a ocho sus varales, manteniendo la anchura del cajillo. Una ampliación que cumplió con la necesidad devocional de sus hermanos, pero que tornó la estética del conjunto en artificial y cuestionable.
Como a estas alturas era ya imposible reducir a seis los varales, y dado que realizar un trono nuevo y descartar esta joya patrimonial supondría prácticamente un sacrilegio, la solución era corregir ese extraño efecto que ocasionaba la ampliación de la mesa, ya que era evidente que el cajillo no se correspondía con la nueva anchura, algo que se intentó disimular con la inclusión de una airosa crestería y un relleno de claveles.
Los artífices
Para llevar a cabo este proyecto, la cofradía recurrió a los mejores, una vez más. El ingenio de Salvador De los Reyes, que fue muy generoso a la hora de llevar a cabo un diseño que respeta absolutamente el estilo y la impronta de Seco, concibió una adaptación que mantenía el equilibro del cajillo anterior, sin ampliarlo y sin añadirle nuevos elementos, dejándolo como lo habíamos conocido desde su creación. De este modo, ideó una estructura con forma troncopiramidal que sirviera de baquetón, es decir base para el trono, pero que no sobresaliera en importancia sobre el original. Este baquetón sigue el movimiento de entrantes y salientes del mismo y, como no, la ornamentación, creada por los Hermanos Delgado, hace juego con la ya existente realizada por Seco.
En su informe final, los maestros orfebres detallan cómo esta remodelación practicada dota de mayor esbeltez y anchura en su base al trono, pero sin intervenir en la obra de Seco, que persiste en toda su plenitud.
Para ello, según la idea de De los Reyes, el ebanista Enrique Gonzálvez, mostrando su valía en estos menesteres, ha construido una gran peana que se abre en su parte baja y se alza buscando una visión piramidal del conjunto. Está compuesta por molduras con baquetones, conjuntando con un gran cuello de paloma descendente, buscando el punto de arranque, abriendo su perfil hacia el exterior y corriendo su ingletería que rige la creación de Seco.
Gonzálvez ha elaborado todas las molduras en madera noble de cedro, ajustándose a medidas, perfiles y traza de planta y alzada, consiguiendo un trabajo impecable.
La orfebrería que decora todo este molduraje ha sido, por su parte, estudiada en el taller de los Hermanos Delgado, en la sevillana calle Goles, del barrio de San Lorenzo. José Delgado se ha encargado del dibujo decorativo de la obra, buscando la integridad en el trono, ajustándose en el estilo, aunque, como es lógico, existe una breve impronta de estos artistas lo que, de almena manera, engrandece la obra final, al tener la mano de dos autores de distintas épocas, unos, además, y de alguna manera, discípulos del primigenio autor.
Los repujados han sido realizados con gran primor, utilizando las técnicas más puras de la orfebrería, como el picado, el abultado y el retocado, todo a mano a cincel y martillo, como merece una obra dedicada al Señor de Málaga.
La maestría exhibida tanto por Enrique Gonzálvez como por los Hermanos Delgado es soberbia. El trono ha crecido levemente en altura, pues ya el cajillo estaba elevado “artificiosamente” sobre la anterior mesa, pero ópticamente resultaba hundido por la desproporcionada anchura. Se ha equilibrado el conjunto y el Señor lucirá espléndido, más enaltecido en un trono en el que se ha unificado su estilo.
El taller de Antonio Cabra se ha encargado de ejecutar una nueva mesa que, a modo de parihuela, sustenta todo el cajillo, reduciendo igualmente el peso de la anterior llevando a cabo un laborioso estudio estructural e incorporando el novedoso sistema de ‘silentblock’ en las cuatro patas. Y, por su parte, Alberto Berdugo ha elaborado el nuevo monte donde se dispondrán los claveles a los pies de la imagen, suplementando igualmente la base de los faroles que lo escoltan y adaptando el tablero inferior del cajillo a la mesa.
Exposición de la obra
Para facilitar que todos los hermanos de la cofradía y devotos de Jesús Cautivo puedan contemplar y admirar la obra, que no saldrá en procesión este año debido a la suspensión de las estaciones de penitencia, la cofradía lo mantendrá expuesto en el salón de tronos durante tres días: del 15 al 17 de marzo, en horario de 16.00 a 20.00 horas. Los visitantes podrán rodear el trono siguiendo un itinerario previamente fijado, deberán hacer uso de gel hidroalcohólico y de la mascarilla obligatoria, además de respetar la distancia social de seguridad.
Queda solo, cuando pueda salir a las calles de la ciudad un nuevo Lunes Santo, la aprobación del pueblo Málaga, que tanto quiere a su Señor. La cofradía, por su parte, está tremendamente orgullosa y satisfecha del trabajo realizado, y muy agradecida a sus promotores y artífices.